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Formación para la democracia, desde el preescolar del colegio Jorge Eliecer Gaitán I.E. del municipio de Restrepo, Valle del Cauca, Colombia.
Rocío Dorado Cardona


 

 

“… doscientas millas entro a cada Océano…”

 

Este artículo tiene como propósito visibilizar al niño y a la niña como sujetos de derechos que los reconozcan como personas capaces, inteligentes y protagonistas de su historia, quienes tienen las capacidades para participar en los asuntos sociales de su contexto, al conocer y vivir la democracia y ejercer su ciudadanía desde la infancia. 

Este artículo se basa en una investigación sobre la práctica pedagógica en educación prescolar, se justifica por la pertinencia de la formación para la participación política de las niñas y los niños de preescolar del colegio Jorge Eliecer Gaitán I.E del municipio de Restrepo, Valle del Cauca, Colombia a través de valores democráticos y éticos; posibilitando desde la educación una constante reflexión sobre el sentido de la vida para conocer la democracia desde la temprana edad, que es la esencia de la política (Rancière, 2007). El fundamento de este trabajo académico se da desde la pedagogía crítica para la vida en correlación con la investigación acción, para la transformación social. 

La democracia como una forma de vida es un proceso por construirse, es un camino que se debe recorrer acompañado de formación, de reflexión y participación para la acción política de los sujetos, este proceso debe iniciar en la temprana edad, posibilitándole a las niñas y a los niños expresarse, ser, hacer y estar. Los espacios pedagógicos en los procesos formativos deben siempre estar fomentando la reflexión sobre: el por qué, el para qué y el cómo; conocer la democracia es un proceso complejo y amplio en el tiempo, lo que implica un trabajo pedagógico constante, interdisciplinario, participativo y reflexivo, se debe causar a las niñas y a los niños para que reflexionen sobre el contexto de sus vidas al pensar y aportar en la solución de problemáticas que conlleven a la transformación para una mejor sociedad. 

Sobre la base de las consideraciones anteriores, se hace el planteamiento del problema de esta investigación: Hay desatenciones en los procesos pedagógicos en primera infancia, que desconocen la pertinencia de la formación hacia la participación política de las niñas y de los niños para conocer la democracia, desde el preescolar.

Desarrollo

El devenir de la historia de la humanidad, siempre ha estado presente la exclusión y la invisibilización de seres humanos vulnerables a quienes se les han transgredido sus derechos, las mujeres, la población negra, los colectivos minoritarios, las personas migrantes e infortunadamente las niñas y niños a quienes a lo largo de la historia de la humanidad no se les reconocía como sujetos de derechos. En el sobrevenir de la historia, las niñas y los niños fueron tratados como seres inmaduros, sin potestad ni capacidad para actuar con criterio propio; esta situación es inhumana, pues en la sociedad actual se sigue pensando en el imaginario colectivo, que las niñas y los niños aún no están en capacidad de actuar con criterio, no tienen la facultad de elegir o de participar en la democracia imaginada para las personas adultas, es pertinente entonces, deconstruir estos imaginarios y concebir una pedagogía crítica que construya un espacio otro de reconocimiento y valoración de las personas como sujetos de derecho.

Por eso, consideramos que la democracia y la participación deberían ser en la escuela, experiencias cotidianas, generadoras de aprendizajes y facilitadoras de la construcción de una ciudadanía ética, responsable y crítica. La democracia se aprende, por tanto, participándola y viviéndola. Las escuelas democráticas, como la democracia misma, no se producen por causalidad pues como bien dicen Apple y Beane (2000), se derivan de intentos explícitos de los educadores de poner en vigor las disposiciones y oportunidades que darán vida a la democracia. (Osoro y Castro, 2017, p 91).

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Figura 1. Alcances de educación para la democracia desde la infancia. Fuente: Elaboración propia.

Fundamentación teórica y legal

Si la educación favorece la formación de seres humanos para la democracia desde el ir forjando un fomento al pensamiento crítico y lo hace desde la educación preescolar, como un eje transversal y articulador en todos los espacios pedagógicos de formación, con el fin de contribuir a edificar una sociedad incluyente y defensora de la vida, puesto que otro mundo es posible si hay personas dotadas de palabra. Probarle al otro que existe sólo un mundo en donde coexisten en sus diferencias y que en este mundo él puede dar razón a sus actos, estos es probárselo a sí mismo (Rancière, 2012). Es así, sólo goza de derechos quien plantea el deber razonado que el otro tiene de reconocerlos; se trata de hacer valer su condición de persona igual, como sujeto político para la democracia (Rancière, 2007). 

Formar la ciudadanía infantil es una necesidad para construir una sociedad incluyente, participativa y defensora de los derechos humanos, que busque la igualdad y el respeto por las diferencias para la visibilización de sus integrantes en su singularidad, al respecto Cámara (2012) expresa: “En la actualidad la participación infantil está en su mejor momento, porque tiene unas buenas bases legislativas que la reconocen, la defienden y la impulsan (…) La participación infantil está en boca de todos y todas, pero falta la parte más esencial y es que sea real, que forme parte de nuestra cotidianidad y sobre todo que pensemos en ella como formativa de la identidad de los niños”. (p. 382).

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Figura 2. Formación ciudadana cómo eje transversal de los procesos pedagógicos. Fuente elaboración propia.

Una sociedad es verdaderamente democrática cuando sus ciudadanas y ciudadanos están formados para el ejercicio participativo consecuente y responsable de su ciudadanía para su desarrollo y bienestar. En este propósito, la educación debe partir de una práctica pedagógica que visibilice a la infancia y provoque las oportunidades para que los niños y las niñas participen como lo señala la Convención de los derechos del niño. Cámara al respecto dice: “La Convención en sus artículos proactivos (art. 42 al 45) responsabiliza a los Estados a promover los derechos y a articular mecanismos de supervisión. El Estado es un agente concreto que entre sus políticas está responsabilizarse de la infancia, aunque sigue siendo un ente demasiado lejano y distante a la ciudadanía. (Cámara, 2012, p. 384). 

La educación se debe comprometer con un currículo basado en la experiencia, en el cual la formación ciudadana para la participación y la democracia se establezca como un eje transversal y articulador de todos los procesos pedagógicos que se desarrollen en la escuela. Si las niñas y los niños se forman con conciencia social en el respeto por los derechos humanos para la participación y la democracia, se cimentará una cultura de paz, esto en coherencia con las metas del Milenio (ONU, 2000), las metas Educativas 2021, el documento COMPES (Consejo Nacional de Política Económica y Social) 109 de 2007, que sustenta la Política Pública Nacional de Primera Infancia. Por su parte, Rosano (2013) citado por Osoro y Castro dice: “(…) ¿Qué ocurriría si tratásemos al estudiante como una persona cuya opinión importase…? ¿Qué ocurriría si la voz de los niños y niñas fuera tomada en cuenta? (Osoro y Castro, 2017, p. 92). 

La Investigación Acción en la Práctica Pedagógica 

La investigación acción en la educación debe concebir la enseñanza, como un proceso de investigación que se desarrolla desde la reflexión profunda sobre el quehacer docente, que va más allá, de lo que ocurre en la cotidiana. La investigación requiere de recolección de información y análisis de evidencias fruto de las experiencias vividas, las cuales deben ser sistematizadas y sustentadas desde la teoría para lograr conocer de manera más profunda la situación problema; la investigación acción es un método de indagación reflexiva y sistemática sobre la práctica para mejorar y contribuir con nuevos conocimientos. 

(…) la realidad es interpretada y transformada con miras a contribuir en la formación de individuos más críticos, más conscientes de sus propias realidades, posibilidades y alternativas, de su potencial creador e innovador, autorrealizados (…) (Colmenares y Piñero, 2008, p. 103). 

Con los instrumentos aplicados (entrevista grupal y talleres de participación), se pudo observar cómo las personas participantes hicieron valiosos aportes para la reflexión pedagógica, los cuales evidencia por un lado la facultad de las niñas y de los niños para interesarse e intervenir en su contexto desde su realidad social, igualmente, sus aportes favorecen la transformación desde sus visiones de mundo a partir sus experiencias, tal vez emblemáticas, pero mostrando la viabilidad de la participación social infantil. Por otro lado, desde el instrumento de la entrevista grupal se encontraron, valiosos aportes que justifican la reflexión para la innovación de la práctica pedagógica, que contribuya a la formación de ciudadanía desde la participación para conocer y vivir la democracia desde la temprana edad.

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Figura 3. La democracia como forma de vida para el ejercicio de la ciudadanía desde el preescolar. Fuente elaboración propia.

Conclusiones

La práctica pedagógica en la formación ciudadana desde la infancia como un eje transversal y articulador de todo el proceso educativo, desarrolla hábitos, conocimiento y experiencia social en los niños y en las niñas para conocer y vivir la democracia desde la infancia.

Las prácticas pedagógicas incluyentes que visibilizan a las niñas y a los niños como sujetos de derechos, contribuye significativamente en el proceso de formación política para el ejercicio de una ciudadanía crítica para conocer y vivir la democracia desde la infancia.   

La democracia como una forma de vida, forja un aprendizaje experiencial de lo social a través de la participación y una constante reflexión sobre el contexto en la dinámica de la vida, en donde las niñas y los niños son protagonistas, aportan y se apropian del significado y la importancia de la democracia. 

La práctica pedagógica que contribuye a la formación política, como un eje transversal y articulador desde la infancia hacia la participación y la democracia como forma de vida, va desarrollando en los niños y las niñas una práctica de lo social que cimienta el desarrollo de la conciencia y la responsabilidad en el ejercicio de una ciudadanía crítica y participativa, que aporta a la construcción de una mejor sociedad.

Al impactar las mentes infantiles con prácticas pedagógicas que propicien la reflexión para conocer y vivir la democracia, se están labrando las semillas para el florecimiento de una sociedad democrática y participativa con ciudadanos y ciudadanas protagonistas de su historia y conscientes de su responsabilidad social.  

Referencias

Novella,  A. M. (2012). La participación infantil: concepto dimensional en pro de la autonomía ciudadana. Teoría de la Educación. Educación y Cultura en la Sociedad de la Información, 13(2), 380-403.

Colmenares, .A.M.  (2008). La investigación acción. Una herramienta metodológica heurística para la comprensión y transformación de realidades y prácticas socio-educativas. Lauros. 14(27), mayo-agosto, 96-114. Universidad Pedagógica Experimental Libertador. Caracas.. https://www.redalyc.org/pdf/761/76111892006.pdf

Osoro, J. M. y Castro, A. (31 de diciembre de 2017). Educación y democracia: la escuela como" espacio" de participación. Revista Iberoamericana de Educación, vol. 75, núm. 2, pp. 89-108. https://rieoei.org/RIE/article/view/2635/3617 

Rancière, J. (2007). En los bordes de lo político, trad. Madrid, A. Buenos Aires: La Cebra. http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1870-23332008000200008

Rancière, J. (2012), El desacuerdo. Política y filosofía, Buenos Aires, Nueva Visión. 


Ficha de la autora

Rocío Dorado Cardona: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Licenciada en educación preescolar de la Corporación Internacional para el Desarrollo Educativo CIDE, especialista en el desarrollo integral de la infancia y la adolescencia y estudiante de la maestría en educación de la Corporación Universitaria Iberoamericana, docente de preescolar del colegio Jorge Eliecer Gaitán I.E.