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El smartphone, una herramienta aliada de las personas adultas mayores
Cristina del Rocío Vázquez López - SECTEI
María del Rocío Carmona Pineda - SECTEI

 

Resumen

La educación complementaria se ha convertido en una herramienta crucial para reducir la discriminación y la desigualdad de las personas adultas mayores. En este artículo se presenta una iniciativa destinada a desarrollar habilidades digitales en la población de 60 años y más, que permita una mayor inclusión y combatir la discriminación en sus contextos sociales, culturales y familiares, y con ello promover su participación en una sociedad cada día más digitalizada.

 

Palabras clave: Educación complementaria, adultos mayores, habilidades digitales, inclusión, derecho a la educación

 

Introducción

La educación, entendida como una etapa de la vida de las personas, ha tendido a dejar fuera a ciertos grupos etarios, quienes son considerados invisibles en el marco educativo formal de nuestro país.

Las personas adultas mayores, es decir, aquellas que tienen 60 años y más, tengan o no la educación básica, no necesariamente están vinculados a procesos educativos formales; su etapa educativa, según el sistema educativo, ha concluido.

Para atender a las personas antes referidas, la educación complementaria entra en acción, incluyendo a todas las personas a procesos formativos en los que no se   condicionan características como la edad o los conocimientos previos.

Hoy en día, la creciente necesidad de adaptarnos a la tecnología nos hace requerir conocimientos diferentes, y por ello, incluyendo a esta población vulnerable, se generó la acción que describe el presente artículo.

Buscamos transformar la realidad de las personas adultas  mayores a través de la educación, en una experiencia en la que se pudo observar el interés, el entusiasmo y la sorpresa del descubrimiento, al transitar de un mundo conocido, de herramientas analógicas independientes como: cámara, grabadora de voz, lupa, agenda, guía roji, despertador, diccionario,  video cassettes, etc.; así como, del acceso a servicios de diversa índole, desde públicos hasta privados como: pago de servicio de luz, teléfono, bancos, supermercados, tiendas de ropa y artículos varios, para los que antes tenían que desplazarse a otros espacios o localidades, hoy disponibles a través de aplicaciones y herramientas en un solo dispositivo inteligente: el smartphone.

 

Antecedentes

Las alianzas entre los gobiernos y la sociedad civil, en el ámbito educativo, pretenden generar un mayor número de posibilidades que beneficien a más personas, y con ello, bajo el enfoque de gobernabilidad, articular esfuerzos que atiendan las necesidades educativas de la población.

En el año 2019 se generó una alianza estratégica de colaboración con Fundación Telefónica Movistar México, que a través de su plataforma Conecta Empleo[1], ofrece educación complementaria como los MOOC (Massive Online Open Courses), enfocados en el uso de herramientas digitales, así como de habilidades para el trabajo y el emprendimiento. Esta alianza se enfoca en la búsqueda, difusión, planeación, ejecución y seguimiento de convocatorias específicas que son ofertadas a la población de la Ciudad de México, mismas que se encuentran disponibles de manera trimestral; éstas se operan bajo el seguimiento de ambas instituciones con la finalidad de favorecer la eficiencia terminal de las personas que inician cursos para su formación complementaria.

La idea de la alianza estratégica surgió de la necesidad de profesionalizar a las personas para el desarrollo de habilidades digitales, siendo éstas, fundamentales para aplicar a nuevos puestos de trabajo. Posteriormente, en congruencia con el derecho al acceso a la autonomía económica, se previó que las habilidades para el emprendimiento también serían benéficas para aquellas personas que quisieran independizarse económicamente o sacar mayor provecho a los proyectos que ya son parte de su fuente de ingreso.

A lo largo de la operación de los cursos de formación complementaria, se identificó una baja participación constante de las personas adultas mayores en los cursos en línea, lo que llevó a desarrollar una oferta educativa presencial para reducir las brechas generacionales y de desigualdad generadas por la carencia de competencias para el uso de las tecnologías.

Para hacer referencia a la población adulta mayor, según las proyecciones del Consejo Nacional de Población (CONAPO) (2024), se estima que, en México para finales del 2024, la población de 60 años y más representará aproximadamente el 12% de la de la población total del país, con una tasa de crecimiento anual cerca al 4%. Por otro lado, la proyección sobre la esperanza de vida para la población que nazca en 2030 se estima que sea 76.7 en promedio, con un 79.6 para mujeres y 73.8 para hombres (CONAPO, 2024).

Según la Encuesta Nacional sobre Discriminación (ENADIS) 2022, en el apartado “Percepción sobre el respeto a los derechos”, el 31.6% de la población de 60 años y más, opinó que los derechos de este grupo de población no se garantizan o respetan mucho, mientras que el 30.5% opinó que se respeta poco.

Derivado de lo antes mencionado y el interés por focalizar esfuerzos para atender a la población adulta mayor en el sentido de brindarles la oportunidad de sentirse útiles para la sociedad, en el año 2023 se propuso a la Fundación Telefónica Movistar México, a través de su área de voluntariado, la operación del proyecto “Renacer digital” que hasta ese momento había tenido presencia en Chile y España, con el taller  titulado “Renacer Digital: Habilidades Digitales para Adultos Mayores”, cuyo objetivo fue la incorporación de los adultos mayores en el uso básico del teléfono inteligente (Smartphone) de una forma dinámica, práctica y amena contribuyendo a su autonomía digital en una sociedad cada día más digitalizada, conectada y comunicada.

Uno de los beneficios más valorados se relaciona con la adquisición de herramientas para integrarse a la comunicación digital, así como con sensibilizar y concientizar sobre la importancia de mantenerse integrados y conectados con su entorno a través de la tecnología. Esto, sin duda, coadyuvó al desarrollo específico  de las habilidades mencionadas, siendo estas las que generan mayor estrés en las personas adultas mayores, segregándolas en sus propios hogares.

 

Implementación de los talleres

La operación de este taller se desarrolló en dos espacios sociales de las alcaldías Álvaro Obregón y Coyoacán, en el año 2023. Se solicitó a las personas responsables de los procesos educativos en estos espacios, que este taller fuera el punto de partida para seguir desarrollando materiales y acercamiento a diferentes herramientas, con la finalidad de que las brechas de desigualdad generadas por el analfabetismo digital cada vez sean menores.

En la segunda edición, realizada este año, derivado de la experiencia anterior, se desarrollaron cinco sesiones, dos de ellas con voluntarios de la Fundación Telefónica, mientras que las tres restantes se centraron en reforzar el conocimiento adquirido, atender dudas, generar aprendizaje entre pares, así como corroborar que cada persona participante logrará realizar y entender cada una de las actividades propuestas para generar la apropiación del conocimiento y desarrollar habilidades digitales. Durante el taller las personas adultas mayores mostraron entusiasmo y se sintieron auto valoradas.

Al concluir la experiencia se otorgó una constancia como reconocimiento a su participación en el taller, lo que ocasionó que las personas participantes se sintieran orgullosas de haber concluido de manera satisfactoria.

La experiencia educativa de las personas adultas mayores en este taller nos brindó la oportunidad de observar y replantearnos, qué tanto hemos incluido a este grupo prioritario en las acciones de nuestros ambientes educativos. Así como, la importancia del acompañamiento para el desarrollo de la autonomía digital en las personas adultas mayores.

La metodología de enseñanza implementada por el equipo de personas facilitadoras fue fundamental para identificar y conocer las condiciones generales de las personas adultas mayores y determinar cómo comunicarse con ellas para motivarlas adecuadamente. Esto incluyó repetir instrucciones las veces que fuera necesario, utilizar un lenguaje adecuado y considerar el trato cálido durante todo el proceso, resaltando la valoración de los elementos que cada una de las personas en el aula brinda, en donde se manifiesta una vez más, que los procesos educativos son enriquecedores, tanto para el educador como para el educando.

Al finalizar el taller, la experiencia de las personas voluntarias, facilitadoras y educadoras, resultó satisfactoria. El andamiaje que se construyó durante las sesiones permitió que la comunidad se enfocara, por un lado, en la solidaridad de enseñar una nueva habilidad y por otro, en la humildad de aprender de todas las personas participantes.

Las personas adultas mayores refirieron una transformación en su autonomía y en el enriquecimiento de seguridad para poder hacer más cosas, sin miedo, sintiéndose útiles y lo más importante, como parte de una comunidad que les mira y les atiende.

Desde el inicio, el taller ha contado con la participación de 117 personas adultas mayores, 78% son mujeres y 22% de hombres; con un margen de edad que va desde los 60 a los 90 años; con nivel de escolaridad de primaria a maestría, y ocupaciones como labores del hogar, jubilación, trabajo por cuentea propia, comerciantes, entre otras. Las características varían según la alcaldía, gracias a las condiciones culturales, sociales, económicas, entre otras que pueden vincularse.

 

Conclusiones

La operación de estos talleres marca un precedente en la importancia para considerar a las personas adultas mayores en la generación de oferta educativa pertinente, teniendo en cuenta las características de sus contextos y también, una visión de mejora continua en su calidad de vida. Las formas de vincular a las personas adultas a la sociedad deberán considerar la garantía de derechos, que en muchos contextos se ve negada por la falta de oportunidades, discriminación y violencia.

La población adulta mayor, al igual que la infancia, es desdibujada en diferentes espacios de desarrollo social. En educación, por ejemplo, se consolidan modelos de educación complementaria que no consideran la necesidad de inclusión de este sector poblacional, por lo cual, es imperativo desarrollar más espacios que les tomen en cuenta y, les brinden la oportunidad de tener un lugar de participación dentro del contexto familiar, social y cultural del que son parte.

La independencia de las personas adultas mayores para desarrollar actividades también juega un papel fundamental, y fue uno de los principales objetivos de la operación de esta oferta educativa.

En congruencia con el acceso a la educación de calidad y pertinente, que incluya a todas las personas, el taller será ofertado en más espacios, generando un antecedente para que se enfoquen más actividades al desarrollo de estas competencias.

Agradecemos al equipo de voluntariado por generar comunidad en cada uno de los encuentros con las personas adultas mayores. La capacidad de compartir desde la solidaridad genera intercambios enriquecedores para todas las personas involucradas.

 

Referencias

Consejo Nacional de Población. (30 de abril de 2024). Proyecciones de la Población en México 2010-2050. http://www.conapo.gob.mx/work/models/CONAPO/Resource/1529/2/images/DocumentoMetodologicoProyecciones2010_2050.pdf

 

Instituto Nacional de Estadística y Geografía. (30 de abril de 2024). Encuesta Nacional Sobre Discriminación 2022. https://www.inegi.org.mx/programas/enadis/2022/

 

 

Ficha de las autoras

 

Cristina del Rocío Vázquez López

Maestra en Gestión Pública, asesora en crianza respetuosa y educológa. Experiencia en servicio público, en atención educativa a población vulnerable.

 

María del Rocío Carmona Pineda

Licenciada en Psicología Social, Especialista en Psicoterapia Corporal y Sistémica. Experiencia en servicio público en coordinación operativa de proyectos de educación continua y complementaria.

 

[1] Es un programa de formación digital, gratuito e impulsado por Fundación Telefónica en Europa y Latinoamérica para mejorar las competencias digitales de personas desempleadas o que quieran mejorar su empleabilidad.