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Lee poesía Eduardo Casar
Jorge Tinoco

 

 



(Lo oyes) está leyendo poesía
          con tan poderosa voz
que imprime las fuertes sílabas en el aire,
canta Casar 
es una sirena (su voz) que edulcora oídos. 


De la simiente del silencio se levanta la flor 
abre sus pétalos verso a verso 
mientras lee Eduardo Casar (cantando). 


Me intriga la voz del canto del trino
de la persiana
en la ventana,
intriga porque no se sabe de quién es el canto 
las tonalidades, la melodía,el acento 
¡brinca un gorrión!, 
y canta, y llegan el resto y hacen coro
conmovidos 
y se posan atrás de la voz poderosa de Eduardo Casar 
que con sus manos dibuja
la voz del poeta muerto 
un dibujo que nos complementa.
Una diestra
que enuncia los versos duros de entrar
y, aunque los escribe sobre el papel del [aire
con dedo batuta 
orquesta, se comprende el verso,
                                      el verso,
                        el verso ahora 
enunciado en estado gaseoso. Puro aliento.
Ahora sangra,
"es que traigo mucha poesía por dentro" y por aquello de la presión.
aquí se me escapó el verso o un verso (para no presumir)
           Eduardo Casar empezó a leer, - a resucitar -
Recitar
para resucitarbaila entre callejones neuronales
de referencias muchas, 
-inmenso mar eco de resonancias.
Quiere resucitar a los poetas dormidos 
insufla en los versos 
Eduardo Casar, luego
palpa,
sus falanges buscan el rojo
palpitaciones del corazón 
localiza
da un soplo/ entre las hojas/ y da aliento 
al poeta.
                  Y leehablacanta 
                                   Casar, Eduardo 
entonces, Girondo, Oliverio vuelve a escribir “que no es
una personalidad, sino que es un coctel 
de personalidades”
Eduardo Casar quiere resucitar
                al poeta
lo enuncia
y lo vemos andar. 


Camina
             subeybaja 
“este estrado
                     un día me va a matar” -Casar, no digas esas cosas.
Camina / sube y baja
                como el vuelo tartamudo de la mariposa. 


Eduardo Casar 
analiza poemas 
enuncia signos/ muertos que formulan palabras 
muertas
pero su cántico 
               resucita.

Derrumba las oraciones
y comienza de nuevo
Constructor 
Armador 
un verso aquí un verso allá otro verso acá 
         y otro verso ahí.
Ha derribado la Torre
del poema Babel
con la emoción que lo rebasa en tamaño 
las fuertes/ gruesas/ pesadas
paredes
las desmoronó y quedó 
un poema desnudo.
Casar pornográfico. 


Eduardo Casar se mira las heridas
manos.
Nadie sale a salvo si mira de frente a la poesía.
Tal vez las heridas manos no lo están 
se palpa la mano con la restante mano
busca a tientas las grietas.
Eduardo Casar 
vuelca los ojos/ revisa su interior
-¿y si las grietas están en mis ojos?-
Nadie toca las etéreas volutas
                  del poema
sin quedar herido.
Eduardo Casar 
tras la ulterior inspección 
descubre que las grietas son cortes 
de verso
y que atraviesan sus ojos y su mente.
Pero es que
nadie puede regresar incólume 
de los territorios de la poesía.
Eduardo Casar 
HERIDO 
lleno de felicidad al salir. 


Ciudad Universitaria 
Agosto - Diciembre 2017